Monday, May 16, 2005

Pesadilla



En mi vida he visto y experimentado suficientes imágenes de pesadilla, sin embargo, una de las que me ha perturbado sobremanera ha sido, durante los primeros días de la guerra de Irak, aquella de una noticia sobre como unos aterrados soldados norteamericanos intimidaban a una pequeña niña iraquí que, con las manos en la cabeza, era increpada a salir de su casa e instigada a hincarse junto a su familia en la calle. Esa imagen ha resumido una guerra que por su mediatización se constituye en el mejor reality gringo; me ha dejado sin respuestas y vacío; me he sentido permanentemente confundido, con muchas ideas erráticas, en cuanto a hacer algo efectivo, o participar en algún movimiento que aliviase esta rabia que tengo, por que, cosa paradójica, el llamar a la paz no me ha surtido el efecto que quisiera. De alguna manera me siento perdido.
Como muchos, he recibido una desproporcionada cantidad de correos con enlaces a sitios web invitando a boicots, a apoyar marchas o movimientos, muchas reflexiones (como esta) y otras más con opiniones. En mi discurso cotidiano he apoyado la paz, escribí en el auto algo al respecto y hasta prendí velitas un domingo, sin embargo, a ratos me inunda el agotamiento y parece que nada de lo que pueda hacer o decir tiene sentido para detener en algo esta gran idiotez. Me he dado cuenta que poco a poco me envuelve uno de los productos de la guerra: el entumecimiento sensorial, un síntoma que ataca a distancia. En realidad la guerra es algo que le está ocurriendo a otros y, salvo el informe del tiempo en Irak, que la TV me brinda todos los días desde hace meses, egoístamente he agradecido encontrarme lejos y que mis chiquitines no sean afectados.
Me encontraba con mi hijo de tres años jugando en el parque e imaginé que de pronto una explosión me los arrebataba. La violencia y la desesperanza que experimente me estremeció; comprendí que estas, siendo inexistentes, no se comparan con la de aquellos que las experimentan como una cruel realidad. Sin embargo, me fue posible comprender en parte el porque hoy suceden estas cosas.
Si algo positivo puede sacársele a esto de la guerra, es que ha servido para hablar sobre paz. Hoy hay más gente hablando de paz, pidiéndola, escribiéndola, pensando, que aquella ocupada en hacer lo mismo con la guerra. Eso es seguro.

Monday, May 09, 2005

Día de la Madre

Vaya día de la madre. No nos aprontamos a los eventos tan esperados en fechas como esta. A las secuelas de las trancas del día anterior, a los intentos de suicidio y otros. Fuimos a ver una mujer ahorcada en paro. Impecables, ordenados, precisos; 5 minutos: masaje, tubo, drogas... y partió. Su octavo intento. Su marido permitió nuestro éxito, la reanimó los quince minutos previos a nuestra llegada.
Por la tarde, una abuelita atropellada, sospechamos trauma de tórax y abdómen complicado. Por la clínica, un neumotorax a tensión.... punción torácica positiva....GOL!. Llego viva. Nos confirman ruptura de bazo y neumotorax. Lo hicimos muy bien. Felicidades. Euforia.
Un recuerdo para aquellos hijos sin madres y aquellas madres sin hijos.
Feliz día mamá.
¿Qué pasa que los cortejos funebres van pasandose las luces rojas si a la única cita a la que definitivamente no va a llegar tarde el invitado de honor es a esa?.